martes, 21 de febrero de 2012

Esta es mi historia, este es mi sueño.

  Me llamo Víctor, tengo 36 años , mi vida siempre ha estado cerca del deporte y ligada a ellos.
Carrera en el G:E: FASA Renault.
  A los 9 añitos mis padres me apuntaron al club de atletismo del pueblo donde vivíamos. Los entrenadores me "colocaron" en varias disciplinas, por la falta de chicos para realizar las pruebas, y me "tocó" velocidad , lanzamiento de peso y salto de longitud. Yo no era muy alto y tenía poca fuerza pero, en cambio era rápido, asi que prontito me cambiaron y me dejaron sólo con las disciplinas de velocidad y lanzamiento de peso (siempre quedaba el último o el penúltimo en las pruebas). Esto me desanimó mucho y después de un año comencé a jugar al fútbol , deporte que he practicado hasta hace muy poco como jugador y posteriormente como entrenador.
  Desde que empecé con 10 años hasta los 26 años, he estado como jugador y las lesiones me hicieron dejarlo antes de tiempo. Pero ahí comenzó otra etapa en mi vida ligada al deporte, como entrenador de futbol, en la que yo no hacia ningún esfuerzo físico. Para ello, me saqué el título de entrenador de Nivel 1 por la FCYL de Fútbol.
  Hace un año y medio cambie de trabajo y me ví obligado a tener que dejar de entrenar, ya que no eran compatibles los entrenamientos y los partidos el trabajo. El haber estado unos años parado, sin practicar ningún tipo de deporte y estar sentado en un banquillo dando ordenes, me llevó a coger nada más y nada menos que 102 kilos. Me encontraba muy mal físicamente y llevaba una vida muy sedentaria en la que apenas me apetecía hacer nada y como consecuencia, desanimado.
Con el C.D. Venta de Baños. tem. del ascenso a 3ª div.
  Un amigo me comentó que estaba haciendo una dieta en una farmacia para bajar algo de peso y fuí a informarme, por curiosidad. La dieta tenía una duración de 2 meses y medio, y aunque me gustaba mucho comer, fuí capaz de llevarla a rajatabla.
  Cuando adelgacé los 5 primeros kilos comencé a correr, primero con unos 20 min., en dos series de 10 cada una , pasando a 15 y 10, luego a 20 min. seguidos, y así hasta completar 30 min.seguidos y siempre a un ritmo suave. Salía de 2 a 3 veces a la semana y entre la dieta y el ejercicio conseguí llegar a  86 kilos al final de la dieta.
  Por fín me encontraba mejor. Mis malos hábitos cambiaron y dejé a un lado la vida sedentaria que llevaba. Comencé a acostarme y levantarme pronto para ir a correr; dejé de estar horas muertas por las noches en el ordenador o viendo la televisión; comencé a comer mejor y cuidarme para no coger el  peso que había perdido.
  Entonces fue cuando Isma (mi gran amigo) me convenció para correr con él la Legua Universitaria (1ª entrada del blog.). Quedé encantado, me sentí otro, me dí cuenta que era una buena manera de estar en forma y divertirme, hacer un deporte que me gustaba y mantenerme motivado para salir a entrenar y a "competir" haga frio o haga calor. Gracias a correr he dejado de fumar, llevo ahora 6 meses y me encuentro muy bien, no lo echo de menos. Para dejarlo ha sido muy importante el correr casi todos los días y la motivación de llegar la media maratón del año pasado. En la actualidad, peso 82 kilos y continuo bajando poco a poco ya que pretendo llegar a un peso óptimo para poder realizar mi sueño, correr una maratón.

jueves, 2 de febrero de 2012

Entrenando en Buron , (León)

  Después de pasar las navidades trabajando, tenia unos días de descanso que me coincidían en fin de semana. Lo aprovechamos para ir a León a pasar el finde con unos amigos que nos habían invitado a mi y a mi novia.
  Lo primero que dije cuando nos invitaron es " Vale, pero yo me llevo la ropa para entrenar...". Me comentaron de lo bonita que era esa zona y de las posibilidades de entrenar por una carretera de montaña.
 El viernes por la tarde/noche marchamos para allá, el sábado al levantarme me sorprendí de las vistas y el maravilloso día que hacia; había cambiado las nieblas de Palencia por un esplendido sol y la ciudad por un paraje precioso con la belleza de las montañas y el olor fresco del aire de la zona.  Todo esto te motiva mas si cabe a ponerte las zapatillas y empezar a correr, y eso es lo que hize después del desayuno.
Saliendo de Buron con Pablo.
 Quede con Pablo (mi amigo) en el porche de la casa y después de estirar un poco nos pusimos en marcha. Era un entrenamiento de recuperación, en el que estaríamos poco tiempo, unos 20 min. Comenzamos lento y en poco tiempo cogimos un buen ritmo a 4:40 min./km, teníamos que ir mas lentos pero las ganas de correr eran las que te hacían ir mas deprisa de lo que debías, ademas, cada bocanada de aire que recogían mis pulmones eran el animo y la fuerza necesarios para rendir al 100%. Increíble la sensación de bienestar y no parecía cansarme, me encontraba perfecto, disfrute muchísimo del entrenamiento y estoy seguro de que Pablo lo paso genial también.
 El domingo me desperté como me acosté, pensando en un entrenamiento largo y duro con un ritmo superior al del sábado y unas ganas locas por echarme a la carretera y ver mas allá de lo preciosa que es la montaña leonesa. Pablo no podía ir conmigo, así que, desayune y me prepare para los 50 min. que me esperaban a un ritmo de entre 4:28 y 3:55 el km recorrido, y todo ello pensando en las  5 o 6 subidas que me encontraría, pero eso no era impedimento para estar con la moral por las nubes y si sumamos una motivación más,  el día se sol que hacia. Mi idea era (por lo que me comento Pablo), que en los 50 min. del entrenamiento podía llegar hasta el segundo pueblo, Lario, pasando por Liegos y darme la vuelta hasta Buron. Lleve el ritmo muy bien, en las subidas no era capaz de mantener el ritmo fuerte pero lograba estar en  4:45. Al salir de Lario me di cuenta de que estaba tan bien que los cálculos no valían para nada, así que continué corriendo hasta llegar casi a el siguiente pueblo, Acebedo, y antes de llegar tuve que dar la vuelta para no pasar del tiempo previsto, estaba muy bien y el ritmo era, muy, muy, bueno.
Entrando por Lario.
 Durante los 50 min. me encontré muy bien físicamente y ademas muy a gusto con el paisaje, viendo cabras por el recorrido, vacas pastando, las magnificas vistas de las montañas con algún pico cubierto de nieve, el sonido relajante de un pequeño río que iba a morir al pantano de Riaño y me acompaño todo el recorrido como si fuera mi mp3,las gentes de los pueblos me veían pasar corriendo y unos miraban incrédulos, como si nunca habrían visto a nadie correr y otros te saludaban como si fueras un vecino de la zona, en definitiva un entrenamiento maravilloso, ideal, magnifico, no se, para mi el mejor de todos los que hasta hoy he tenido.
Preciosa imagen con nieve en las montañas.
 Ojala pueda repetir esta experiencia y volver a este lugar tan bonito para poder correr y revivir lo de estos días.
 También dar las gracias a Pablo y a Sandra por invitarnos.