Diario de un correcaminos. Viti: TOCANDO EL CIELO DE ANOETA ( 2ª parte )

En la primera parte, si no recuerdo mal, os dejé con la miel en los labios en el km 23.

Este km está situado a las afueras del estadio de Anoeta y, como ya sabéis, estamos juntos Jesús, Félix, Teo, Pedro y yo ( ver este video ) y tenemos a José mucho más destacado a unos 3,5 km de distancia más o menos. Pedro nos comienza a grabar en video y se quiere ir despidiendo. Para todos es un momento muy especial y a la vez algo triste. Pedro ha vivido de cerca todo lo relacionado con nuestra preparación, ha sido uno más del grupo. Se animó a última hora a venir a apoyarnos, para más tarde, inscribirse a la media Maratón. Todo lo ha hecho por estar a nuestro lado y eso hay que valorarlo. Gracias Pedro.

Pedro después de sus 24 km.

Ya dentro del estadio, en el km 24, vamos pasando uno a uno cerca de Pedro y chocando nuestras manos, como símbolo de agradecimiento y despedida ( ver este video ). Es otro momento especial y otra vez tengo que respirar hondo. Hay mucha carga emocional y tengo que soltarla. Así que… a correr.

Teo hizo una carrera épica, aquí en el km 41

Al poco de salir del estadio voy al lado de Teo y al girarme veo que nos separan unos metros de Félix y Jesús. Félix nos dice que sigamos a nuestro ritmo así que, en este punto se divide el grupo y quedamos, por un lado, por delante José a su ritmo él sólo, después, Teo y yo y, por último, un poquito más atrás Jesús y Félix.

Llegamos al km 25 y volvemos a ver a nuestras familias. Están gritando y con las pancartas, esta vez me pillan comiendo un trozo de manzana y casi me atraganto. Vane me pregunta, que tal voy y levanto el pulgar. Me sonríe y, sé que se ha quedado más tranquila.

Paso por el km 25, mientras como la manzana.

De vez en cuando, mientras no hay nada especial en la carrera, llegan los recuerdos… mi padre; mi abuela, doy otro beso a su anillo; los compañeros de CxP y del San Antonio de atletismo; los amigos, así como un grupillo de gente que me hubiese gustado que estuvieran corriendo conmigo. Pero hay que centrarse ya y, después de comprobar que Teo va bien y su hernia inguinal no le da molestias, nos tomamos el primer gel en el km 28.

Pasamos otra vez por la playa de la Concha, es el km 30, y le digo a Teo “nos vamos a hacer un entrenamiento por el monte con los compañeros”, vamos muy bien y cada vez más rápido pero, a la vez estamos disfrutando. Estoy moviéndome por sensaciones y no miro el gps, no sé ni a qué ritmo vamos, ni me importa, tan solo me dejo llevar. Sin querer vamos tirando cada vez uno y eso, nos hace ir incrementando el ritmo progresivamente. Nos cruzamos con José y nos animamos mutuamente, va con muy buena cara, a un buen ritmo, ¡¡ qué tío… nuestro keniata blanco!!

José a su paso por el 25.

En el 34,5 nos cruzamos con Jesús y Félix, también hay ánimos entre los cuatro. Veo que Jesús lleva buena cara y eso es lo mejor que le podía pasar. Sé que va a acabarlo y por fin, será maratoniano. Además lleva a Félix a su lado y el ritmo es buenísimo para ellos.

Nosotros dos mientras, ya hemos alcanzado a un tío en bicicleta con una bandera de 3h 30min. Pregunto a Teo qué tal va y me dice que sus piernas..., entonces es el momento de tomar el otro gel antes de que sea demasiado tarde.

El paseo de la playa de la Concha está lleno de gente y, a nuestra entrada por el centro de la ciudad hay un bullicio increíble. Se nos pone la piel de gallina y eso nos conduce a poner un ritmo aún más fuerte.

Estamos eufóricos y siento que no voy a bajar el ritmo hasta el final. Pido que estén conmigo esos dos angelitos del cielo, no quiero tener ningún percance ya que, estoy disfrutando y está saliendo todo redondo. Vemos a mucha gente a los lados estirando, cojeando, retirándose... Es una pena pero, es la imagen de una carrera dura, 42 km no son ningún juego y hay que estar preparado y correr con inteligencia.

Nuestro paso por el km 41, Teo y yo.

Al llegar al km 41, está Pedro sacando fotos y ni nos enteramos, vamos rápidos y concentrados. Llega la entrada al estadio y algo me recorre el cuerpo, una sensación como de alivio, alegría y emoción. Cojo la pista de atletismo y voy dando puñetazos al aire con rabia, beso por última vez el anillo mientras miro al cielo de Anoeta y, al mirar al frente pongo mis piernas al ritmo más fuerte de toda la carrera. Después de 42 km aún me queda fuerza suficiente para ir dejando detrás a compañeros que también van a terminar esta mítica distancia.

Entrada en meta, lanzo un beso al cielo.

Poco antes de entrar por meta, mando un último beso al cielo y cruzo la línea, estoy tocando el cielo de Anoeta. Mis piernas se debilitan por un instante pero, no hay problemas para seguir en pie. Me abrazo a Teo que ha entrado conmigo, gran gesta la suya y, al girarme veo a Vane en la grada gritándome: ¡¡Lo has conseguido, lo has conseguido!! Estoy en una nube, he terminado y se lo he podido dedicar a ellos dos, mi padre y mi abuela. Estoy además en un estado de euforia, que apenas me entero de lo que pasa a mi alrededor. Nos quedamos a esperar a Jesús y a Félix para darnos un abrazo, la pena es que José estaba ya en la grada.

Félix y Jesús entrando en meta.

He parado el crono de mi gps en 3h 23´23´´ y parece que he corrido la mitad de tiempo. Pensaba que entraba sólo por la línea de meta pero, había más gente. Estoy tan contento que no quiero marchar del estadio, quiero vivir ese momento lo máximo posible. Ha sido mi mejor y más bonita carrera desde que empecé hace 3 años, no lo olvidaré nunca y, ahora sí puedo decir que he TOCADO EL CIELO DE ANOETA.

Mi tiempo oficial y tiempo real de la Maratón.

Quiero agradeceros a todos, los que seguís este blog: a mis compañeros de CxP y del San Antonio, por estar siempre dando ánimos y apoyándome; a esos que tienen experiencias y me las han sabido transmitir tan bien, ya sabéis quienes sois; a mi familia, en especial a mi hermana Rosana, a mi sobrino, a mis primas y a mi tía, que sé que la hacía mucha ilusión y a mi cuñada Ana, una habitual ya en mis carreras importantes. No olvidarme de Orlando, por sus sabios consejos; de Pedro, por todo lo que ha hecho en estos tres meses por nosotros; a Marco Antonio Sánchez (Clínica MAS), mi fisio, que un día que estaba mal me dijo que cruzaría esa línea de meta y además, que tan bien ha cuidado mis piernas y a Cristina (Clínica Fisiopie), que encontró y solucionó mi problema en la pisada. También me acuerdo de Juncal y de Jesús que no pudieron estar con nosotros por lesiones, ánimo. Como no a José, Jesús, Félix y Teo por haber sido excelentes compañeros de fatiga. Darles a ellos también la enhorabuena por cumplir su sueño.

SUEÑO CUMPLIDO

Y cómo no, a la persona que me mantiene siempre con la ilusión en el punto más alto, a quien le he robado mucho tiempo con mis entrenamientos, a quien ha sufrido mis bajones y ha estado pendiente de ayudarme en todo para que ésto sea el momento especial que yo quería. Mi fan nº 1 y mi mejor admiradora, GRACIAS VANE. TE QUIERO.