martes, 27 de diciembre de 2011

Mi primera Media Maraton

El día de la carrera estaba más nervioso de lo normal pero con una ilusión tremenda. Horas antes, fui a por el dorsal. Allí, empecé a ver gente conocida y comenzó el miedo…miedo a no acabar, miedo a no poder conseguirlo, pero, por otro lado, con muchas ganas de que llegara el momento.
Una comida ligerita antes de la carrera (arroz, pollo y algo de fruta) pero mi cabeza seguía pensando en la carrera. Me sentía como un niño al esperar impaciente los regalos de navidad, una sensación muy especial.
Ya sobre el asfalto, comencé a calentar junto con Isma y Charly aunque estaba más preocupado por controlar los nervios que iban en aumento.
Llegó la hora de la verdad; se dió la salida. Comenzamos a salir poco a poco, yo detrás de Isma y Basilio, y Charly más atrás recibiendo continuamente felicitaciones por su última gesta hace un mes ( el Ironman de Barcelona) ¡QUÉ GRANDE CHARLY!
Charly (156),  Isma (594) y yo en el medio (864).
Poniendo el ritmo Isma y Basi (4:40 o 4:50 aproximadamente), los seguíamos a unos 5 metros Charly y yo. Los nervios comenzaban a apaciguarse, sobre todo, al ver a tanta gente animando, amigos, conocidos, familiares…eso me llenaba de fuerza y ganas de llevar un ritmo más alto, pero siempre con cautela, quedaba mucho recorrido.
Sobre el kilómetro 5 de la carrera se encontraban mi novia, mi cuñada, mi hermana y mi sobrino de 4 años, animándome como si fuera el 1º de la carrera. Eso me emocionó mucho, ellos saben lo mal que lo había pasado.
Durante la carrera, Charly no se separaba de mi lado, apoyándome y animándome y, más adelante, los otros dos compis sin perderles de vista. La primera vuelta fue muy buena, llevando un ritmo de 4:43, me sentía muy fuerte. Mientras que en la segunda vuelta, sobre el kilómetro 14, noté un pequeño bajón y decidí bajar el ritmo.
Pero…Charly continuaba a mi lado, sin parar de hablarme para no decaer y continuar con el ritmo. Ahí es cuando empecé a sufrir. En ocasiones, mi mente se quedaba en blanco, sólo reaccionaba ante los jadeos y aplausos de la gente, una sensación un poco rara, pero, en mi cabeza sólo había una cosa, llegar a la meta y así conseguir un trofeo personal y no fallar a la gente que confiaba en mí.
Llegando al último kilómetro y medio, subimos el ritmo gradualmente, ya que quedaba poco y había que darlo todo, es el final. Pero…a lo lejos escuchamos a una chica gritar: “cuidado chicos, hay contrameta”. En ese momento, sabiendo que había que correr unos metros más, regulamos la velocidad porque sino a ese ritmo no llegaba.
Clasificación y tiempos.
Los últimos 100 metros fueron increíbles, no podía ni con los cordones de las zapatillas pero apreté los dientes, miré a Charly y a esprintar para hacer un buen tiempo.
Casi al llegar a la línea de meta, Charly y yo nos dimos la mano para cruzarla y aunque uno más cansado que el otro, pero llegamos juntos. Según pasamos la meta, le dí un abrazo como pude, bueno en realidad me colgué de él, literalmente.
No me esperaba el tiempo que hice (1h 42min 59seg), muy buen tiempo para ser la primera media maratón y con la preparación que llevaba.
Una vez cumplido el objetivo, seguimos caminando unos metros más. Finalmente, comenzó a llegar gente a nuestra posición en meta (Vane, mi cuñada, Sarina y Duran…), todos a darme la enhorabuena y aunque un poco aturdido del esfuerzo, me emocioné bastante. Eran muchas las sensaciones vividas (estaba cansado, no tenía fuerzas, contento, orgulloso, satisfecho…). INCREIBLE, no tenía palabras para describirlo.
Entrada en meta abrazando a Charly.
Me gustaría dar las gracias a Vane, Ana, Rosana, Javier, Sarina, Duran, Caco, Manolo, Chemi, Víctor… a toda la gente que nos animó durante la carrera y en especial, a Isma y cómo no, a Charly, por ayudarme y estar a mi lado en este mi “primer sueño”



GRACIAS A TODOS/AS. Esto no ha hecho más que empezar.


















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