Suena el despertador, es 24 de Noviembre del 2013 y son las siete menos algo de la
mañana. Me tengo que levantar, hoy es el día que tanto he estado esperando, mi primer maratón, el Maratón de San Sebastián. No he dormido mucho, me tomo un poco de agua y a desayunar. Me dispongo
a comer en la habitación un buen trozo de membrillo y un bocata de jamón
serrano, necesito las reservas a tope. Bajo a las 7:30 al portal y ya están
José, Félix, Teo y después llega Pedro, vamos al bar de al lado de la pensión
donde nos hospedamos y mientras ellos desayunan lo que quieren yo me tomo un
café con leche. Todos están cambiados y yo aún lo tengo todo igual de
colocadito en la habitación.
Ya sé que
temperatura hace en la calle y he decidido que ropa ponerme, bajo con mis compañeros después de ponerme “de corto” y estoy muy nervioso. Tengo prisa por llegar a
la consigna del estadio a dejar la mochila. Vamos un poco justos de tiempo y
cuando llegamos hay un atasco en las consignas increíble, la organización ha
fallado.
Entrada y salida a la consigna para dejar las mochilas. |
Después de
dejar las mochilas, nos hacemos alguna
foto y nos dirigimos a la salida. En la salida los cajones son muy pequeños
para tanta gente y después de tener que saltar una valla y ayudar a otros
muchos más runners a pasar nos ponen música, Highway to Hell de AC/DC, ¡¡ me
encanta!!, me pongo a saltar con los brazos arriba, tengo que quitarme la
tensión como sea y esto es ideal.
Antes de la salida, foto de Pedro. |
No paro de buscar a Vane con la mirada en la salida y no la veo, mi gps me marca que estoy en algo más de 100 pulsaciones por minuto, madre mía que nervios… Pedro, mientras, está viviéndolo desde fuera de una forma especial, sacando fotos y videos de todo lo que sucede a su alrededor.
Antes de la salida deseándonos suerte. |
Al dar el
pistoletazo me pega otro subidón de pulsaciones esta vez no he mirado el gps
pero noto mi corazón a mil. Salto y doy algún grito mientras corro en esos primeros
metros, es mi día, y quiero vivirlo todo, quiero sentirlo a tope. Vamos todos
juntos hasta el km 2 aproximadamente, en el que José, que tiene ritmo para ir
muy fuerte, se despide de nosotros y hace su carrera, y así Jesús, Félix, Teo,
Pedro y yo nos quedamos “solos”.
Mis piernas
se ponen al ritmo de los entrenamientos de los últimos días, de 5:00 a 4:50 ,y excepto algún km que nos hemos dejado
llevar por la euforia de la carrera y el ritmo de otros corredores,vamos siempre a una velocidad parecida, tengo
decidido hacer caso a Orlando y Pablo y voy a ir despacito al principio y luego
ya veremos cómo transcurre la carrera.
Nuestro paso por el km 5,5, exteriores de Anoeta. |
Cuando damos
la vuelta pequeña al circuito y vamos por los exteriores del estadio vemos a nuestras familias, están todos gritando y sacando fotos.
Ya pasados los primeros km te vas haciendo con el ritmo, yo que soy de hablar
mucho, me quedo muchas veces a un lado del grupo y no hablo, estoy pendiente de
todo lo que pasa alrededor, no quiero gastar energía. A nuestro primer paso por
la playa de la Concha nos quedamos alucinados, aunque es un día nublado , la
imagen de correr cerca del mar es increíble. Un poquito más adelante Pedro, que
estaba inscrito en la media maratón, se salta un punto de control ( km 14,5 ) y
sigue con nosotros el recorrido del maratón. Está loco, pero lo está viviendo
como nosotros, de una manera especial. En este tramo hacemos la primera ingesta
personal, yo me como un trozo grande membrillo que llevo en el bolsillo de la
malla, y los demás hacen lo mismo.
En el km 15 decido subirme las medias de
compresión en un avituallamiento, he ido con ellas bajadas al principio por que
no las necesitaba, y como Jesús y Félix paran un poquito en los
avituallamientos pienso que es el momento, así que me salgo del recorrido para
no molestar las levanto y a seguir. A nuestro paso por los km 16 y 17 estamos por una zona industrial y la
organización tienen colocados unos altavoces con música para animar al
personal, y como yo que voy muy contento y estoy disfrutando… pues me pongo a
bailar mientras corro.
Estoy perfecto tanto físicamente como
anímicamente y aunque voy serio muchas veces es fruto de la concentración y de
pensar en la gente y los amigos que me vienen a la cabeza cada dos por tres, no les quiero fallar, pero a quien no puedo
fallar es a quienes quiero dedicar mi llegada, así que eso me lleva muy
concentrado y como dice mi amigo Pablo con la “mente fría”.
Pasamos de
vuelta por el punto de control que se saltó Pedro, esta vez se da la vuelta
unos metros más adelante y vuelve para
pasar por él como si fuese un rezagado
con mucha prisa de la media maratón, ja ja ja ja, genio y figura. La media maratón la pasamos los cinco a
1h:48:53 según el tiempo de la organización.
Más adelante
nos llega una de las sorpresas de la carrera, no teníamos ni idea donde se iban
a poner nuestras familias y después del 22 veo a lo lejos unas pancartas que
pone “PALENCIA ÁNIMO” y “VOSOTROS PODEÍS PALENCIA”.
Km 22,donde nos esperaban los familiares. |
Me paso al lado derecho de
la carretera y veo a Vane, a mi hermana, mi sobrino y mi cuñada con las demás
familias de mis compañeros, están gritando mucho y se me sube la adrenalina por
las nubes, menuda alegría verles a todos y madre mía como nos animaban. Esa
situación es emocionante, me obliga a respirar hondo, y, para volver a la carrera
decido comer el segundo membrillo que llevo por el km 23,5. Vamos a entrar en
el Estadio de Anoeta y llega un momento, para mi, de los mas bonitos de este día…..